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Bogotá mayo 9 de 2017

 

 

“Desde el monte adentro yo tenía el anhelo de la paz”  

 

Para algunas personas, la paz significa el cese de acciones hostiles y bélicas, entre uno o más grupos enfrentados, principalmente gobierno vs rebeldes. Y están en lo correcto, sin embargo, para otras personas, el concepto de paz, es aún más profundo.

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Hernán Darío Garcés, es un caleño de 27 años que actualmente se dedica al activismo político y a la música.  Desde niño siempre quiso ser cantante, cantaba en el barrio y se interesó por los ritmos musicales, pues cuenta que, en su casa junto a su abuelita, cantaban y él era quien hacía la “bulla”. 

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Llegó a Bogotá desde la vereda Icononzo en el Tolima. Dice que a pesar de ser bonita, en Bogotá y en las ciudades grandes de Colombia, hay poca conciencia colectiva , pues mientras en la selva se trabaja para la comunidad y se come del fruto del trabajo, en la ciudad se trabaja por ambición y por dinero.

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Como afrocolombiano, Hernán siente que su raza ha sido pisoteada y humillada a lo largo de la historia, por eso decidió elegir el alias de Blacksteban o negro esteban, como él lo explica, para ser el representante de los afros internacionalmente. 

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Recuerda con felicidad su primera aparición en tarima. Cuando se celebró la 10ma conferencia de la FARC, en los llanos del Yarí, para anunciar el cese de la guerra, participaron artistas de la talla de Alerta Kamarada. En ese concierto, Hernán Darío fue invitado a la tarima, dónde interpreto la canción Latinoamérica de calle 13 y posteriormente una tema de su autoría “Escuchen pueblo colombiano”. 

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Fue en ese momento cuando alguien identificó el talento de Blacksteban y fue invitado a la feria del libro de Bogotá, edición 2017. Allí se reunió con su compañero Julián Conrado, y conoció a otro artista de las FARC quien canta reggae, su nombre Martín Batalla.

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En la FILBO fue entrevistado por varios medios nacionales y uno que otro extranjero. Nunca se esperó eso, aunque desde niño sabía que su camino, era el camino de la música. Posteriormente fue invitado, junto con Batalla y Conrado, a la fiesta de la paz, que se celebró en el barrio Chapinero de Bogotá, en un bar conocido como Latino Power. Allí, los guerrilleros interpretaron canciones viejas como mensaje Fariano, y otras nuevas como Ritmo Reggae. Fue su primera aparición en el ámbito urbano. El evento contó con la participación de más de 300 personas y cobertura de medios nacionales independientes e internacionales.

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Esteban comenta que desde siempre se sintió muy optimista con el proceso de paz, pues los tiempos en la guerrilla fueron hostiles, tuvo ver a muchos de sus compañeros caer, a veces salían seis y no llegaba ninguno, comenta. Una vez durante un hostigamiento del ejército, una ráfaga de fusil lo alcanzó en la muñeca, dejándolo con un reducido movimiento en la articulación. Afortunadamente sobrevivió, pero su muñeca estaba dañada.

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ENTREVISTA CLICK AQUI

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Dentro de la selva las condiciones de salud eran complicadas, por lo cual esteban se vio forzado a curar su muñera con tablas de madera y vendaje. No obstante, y con el pasar del tiempo, esteban logró acomodar su mano. “Me entró una ráfaga en la mano, pero mire, con esfuerzo, hoy puedo tocar la guitarra”. 

 

La música fue el escape perfecto para Hernán Dario, pues comenta que quiere seguir con la carrera musical hoy que ha dejado las armas. Yo no me he desmovilizado, aún me movilizao pero por la vía del diálogo.

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Este artista hace un clamor a los gobernantes de Colombia, y ahora que tienen el espacio política buscará hacer pedagogía de paz, pues lo acuerdos de la habana clarifican muchos asuntos nacionales que son de carácter urgente para las FARC  como la reforma agraria y de tierras.

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Por eso a través de la música, esteban hace un llamado a la paz, pero no a la paz como muchos la conocen, si no a una paz traducida en un sociedad más justa, que no deje morir a sus niños de hambre, que brinde un sistema de salud digno a sus ciudadanos, que amplia las redes de educación a los municipios más apartados, que cese la corrupción , en fin un llamda que se resume en justicia social para los menos favorecidos. 

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Nosotros queremos que en la sociedad colombiana haya un cambio fundamenal que se llama revolución.

Bogotá mayo 9 2017

 

“Y soy guerrillero es porque amo la paz” Julián Conrado - Mensaje Fariano

 

Los habitantes colombianos han sido víctimas del conflicto de alguna manera, unos más que otros, pero la paz es el camino a vivir un país con espacios de diálogo, reconciliación y consecución de espacios democráticos para debatir ideas entre los pensantes de izquierda y derecha.

 

En el Punto transitorio de normalización(PTN) Pondores, La Guajira, vive un hombre alegre, luchador y solidario, además de ser uno de los tantos jóvenes que se alzó en armas en las filas de las FARC-EP como forma de resistencia contra la violación de derechos humanos y crímenes de estado, además, profesa el comunismo a través del arte y la paz para la consecución de justicia social.

 

Nació en la ciudad Manizales (Caldas) nunca le falto amor en su familia y desde muy pequeño se trasladó a Medellín, allí se interesó por tocar el piano, poco a poco fue descubriéndose así mismo en los guetos de Medellín aprendiendo de la cultura del HIP-HOP llevando los relatos de los barrios populares y las vivencias difíciles de la juventud en la capital antioqueña. Estudió filosofía y derecho en la Universidad de Antioquia y dice que pudo haber sido una persona normal en el sentido de tener un trabajo en vez de un fúsil.

 

Vio caer asesinado por grupos paramilitares a uno de sus amigos de lucha estudiantil, defensor de derechos humanos y estudiante de la Universidad Nacional de Medellín, Martín Hernández Gaviria en el año 2007. En el 2008 con un grupo de amigos con los que cantaba HIP-HOP hicieron una canción llamada Martín batalla (Ver vídeo aquí) en honor a su memoria.

 

Luego, estando en los campamentos guerrilleros de la FARC-EP adopta el nombre artístico de Martín Batalla en honor a su compañero asesinado y se da cuenta de que Martínes había infinidad y qué además había otros Martines que le habían servido de ejemplo como el caso de Martin Caballero y Martín Villa.

 

Durante las protestas en contra del Tratado de Libre Comercio (TLC) en la Universidad de Antioquia murieron 2 mujeres y 32 personas más resultaron heridas (ver documento) entre ellos él con una cicatriz de quemaduras de segundo y tercer grado en el 73% de su cuerpo. Durante dos meses estuvo al borde de la muerte, cuando salió bien librado de todo tipo de curaciones y cirugías, fue llevado a la cárcel de bellavista sindicado de terrorismo en las manifestaciones hay que recordar que hasta ese entonces no militaba en ningún grupo insurgente, sin embargo, su estadía en la celda lo llevó a tomar la decisión de vincularse a las FARC-EP como revolucionario que ahora es después de considerar las decisiones del estado como intolerantes.

 

Su papel en la sociedad colombiana debe ser transformador siguiendo el camino de la música y liricas para el cambio de la violencia social. Desenterrando memorias cuenta la historia de la violencia vivida en Colombia y la resistencia por conseguir la Paz con Justicia Social teniendo en cuenta la vida del obrero y el respeto por el territorio.

 

 Actualmente se encuentra en un proceso de reincorporación a la vida civil y  no menciona su nombre real por su seguridad, no obstante, sus ideales siguen en pie de lucha y tiene la esperanza de que su batalla en la música siga presente porque como dice él MARTÍN VIVE.

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